lunes, 16 de mayo de 2016

Modelo del Cambio Social

El modelo de cambio social es una respuesta a la crítica que se hacía a la Psicología social en los años setenta. Señalan sus iniciadores, que este modelo obedecía a las necesidades de las comunidades marginadas y vulneradas, en busca de la “Justicia social”. Este modelo se desarrolla en Latinoamérica a través de connotados científicos sociales: Silvia Lane (Brasil), Ignacio Martín- Baró (San Salvador), Maritza Montero (Venezuela) e Irma Serrano-García (Puerto Rico) entre otros.



En la esencia del modelo se destaca el trabajo orientado a facilitar a la comunidad una toma de conciencia transformadora de sus necesidades, de sus intereses, de la capacidad que posee para transformar su medio y transformar al individuo. Este cambio implica construir una conciencia de clase que en su camino facilite el descubrimiento del antagonismo de intereses que se da entre los grupos minoritarios con poder económico, político y los amplios grupos sociales caracterizados por la marginación económica, política y ausencia de poder.

En su esencia el cambio social implica un proceso de desideologización entorno a las concepciones fatalistas, resignadas de falsas justificaciones que limitan los intereses de las comunidades y de las personas.

El modelo de cambio social plantea algunas variables en su base teórica. Una base material constituida por los modos de producción económica y el sistema imperante que predomina en un momento sociohistórico. Señalan que el modo de producción económica va a determinar las relaciones sociales, los modelos culturales, los estilos culturales y sus costumbres, la ideología propia de las comunidades, su sistema de creencias.

En este modelo se destaca las relaciones de dominación y sumisión que se establecen en una sociedad legitimizadas por la ideología como vehículo continuador de ellas, en contra de un modelo que permita transformar el status quo imperante. Para Apfelbaum y Lubek (1976) las desigualdades se manifiestan fundamentalmente en la toma de decisiones, las cuales están polarizadas y son determinadas por un grupo dominante.


En su esencia el cambio social implica transformación, un cambio en la base de la misma de un sistema social y una comunidad. Estos procesos de cambio implican revisar el sistema de valores imperante, el sistema normativo impuesto en todas las relaciones, el sistema social de producción. El cambio debe concebirse desde la misma comunidad a través de procesos de autogestión , en donde el agente externo dinamiza, moviliza y potencializa los recursos propios de los colectivos marginados. Estos recursos son humanos, materiales, solidarios, pero también se deben buscar recursos de impliquen los estados emocionales y afectivos de las personas.

Para el modelo del cambio social la comunidad es el eje sobre el cual giran todos los procesos de cambio. En ella el agente externo debe dinamizar procesos que promuevan la participación y la igualdad de las personas, en donde los procesos de comunicación se dan en diferentes direcciones, en un qué hacer comunitario donde “el profesional trabaja desde, con y para la comunidad. (Buelga, 2009, 96).


Ahora bien, el Psicólogo comunitario juega un papel central cuando con su trabajo estimula, facilita e impulsa las acciones que generen la transformación comunitaria. La tarea principal, es estimular la manifestación de las necesidades, de los intereses, de los deseos, de los saberes, que son importantes para la comunidad. En este proceso es importante identificar y dar un orden de prioridades a las necesidades de grupo, para posteriormente propiciar procesos de trabajo conjunto que permitan alcanzar un alto nivel de desarrollo y autonomía de la comunidad. Este nivel de intervención busca que las propias comunidades mantenga su desarrollo aún sin la presencia de los agentes externos, en donde el centro de poder y control recaiga en la propia comunidad.

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